El desastre económico del que se culpó al ‘error’ del 95 afectó profundamente al sector de construcción en Cuernavaca. Después de un par de años de casi nula actividad de negocios, decidí que debería buscar en el DF un trabajo permanente. Contacté a varios despachos de recursos humanos, envié currícula y finalmente contacté a mis amistades para conocer que oportunidades de trabajo se podrían abrir para mi.
Un tiempo después se presentó una oportunidad en el área de compras de la compañía papelera para la que había trabajado antes de mudarnos a Cuernavaca diez y siete años atrás. La empresa, como era lógico, había crecido y cambiado mucho en ese período. Muchas de sus operaciones se habían computarizado y la PC era por mucho la principal herramienta de trabajo para casi todos los empleados con excepción de algunos altos ejecutivos analfabetas cibernéticos cuyas secretarias y asesores próximos estaban atentos para rescatarlos.
Durante las entrevistas previas de valoración, fui citado y acudí a las oficinas del DF con el Vicepresidente de Finanzas de la firma. Entre otros temas me cuestionó sobre mis conocimientos en el ramo papelero, mi nivel de inglés y sobre mi capacidad de manejo de programas de negocios en la PC. Respondí que mi dominio en todas esas áreas era total. Bién impresionado me informó que, una vez que consultara con el área de recursos humanos, a la brevedad me harían una oferta para cubrir el puesto.
De regreso en casa en Cuernavaca subí al tapanco, me senté frente a la computadora que había adquirido tiempo atrás para mis hijas. Aspire hondo y….. grité: “Nadine ¿Cómo se prende este chunche?”
Moraleja 1: Hay que poner cara de y manifestar que uno es sabio en una entrevista de trabajo donde un alto funcionario generalmente no se tomará la molestia de comprobar lo dicho por uno. [Mis respuestas sobre la industria papelera y el dominio del inglés eran ciertas. Dos de tres.]
Después de 17 años de trabajar por mi cuenta en un negocio pequeño, no había sido necesario aprender algo sobre computo moderno. Aunque yo sabia programación en IBM 360 desde los tiempos de la carrera de Ingeniería -- conocimientos ahora totalmente obsoletos desde el punto de vista de programación más útiles sobre la lógica de programar. Claro que en el pecado llevé la penitencia. A los pocos días de haber ingresado a la empresa fue necesario elaborar una complicada presentación en Power Point. ¿¿¿Power what??? “¡Nadine!”. Una vez que hube oprimido el ahora familiar botón de ON, ella se sentó junto a mí, pulsó el ícono del Programa y se quedó mirándome expectante. “¿Y ahora que sigue?” Pregunté. “Pícale papi” me respondió, “ “¿ A qué le pico ?” “Tu pícale y pícale y siguele picando” dijo mientras descendía del tapanco. Huelga decir que la elaboración de la presentación me tomó todo el fín de semana. Lo que si hay que mencionar es que cada presentación subsiguiente tomó menos tiempo de elaboración. En la empresa intercambié con algunos funcionarios jóvenes y muy duchos en programación sus conocimientos por los míos sobre las industrias celulósico-papelera y de embalaje. Quid pro quo.
Moraleja 2: Aunque trillado (y aburrido), cierto. La forma más rápida de aprender computación y casi todo lo demás es haciéndolo a base de prueba y error, lo así ensayado se queda mayormente en la memoria. (Gracias Nadine, por nada, o por mucho).
Las PC y sus programas no son para genios, son para todas las personas.
Nadine es una excelente maestra! Recordarás, segura estoy, que cuando ella era pequeña la mandabas, por decir, con una moneda en mano a comprar una golosina, explicándole que deberían darle cambio. Ella quizá te suplicaba que fueras con ella y tu insistías en que debía hacerlo por sí misma. ¿Por qué la madre de Caperucita Roja la manda al bosque dándole tantas recomendaciones, alertándola de lo peligroso que es el bosque? ¿Por quési su hija corre tantos riesgos, no lleva ella misma la canasta de comida a la abuela? Por que lo sano es darles herramientas y aventarlos al mundo aunque se equivoquen o salgan lastimados. Cuando los hijos crecen nos tratan de la misma manera, no podría ser diferente en tanto así fuero educados. Y eso es enormemente satisfactorio. Ahora ellos creen en nosotros y saben que no sucumbiremos aunque desciendan velozmente del tapanco y salgan por la puerta principal hacia sus vidas.
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