CHAMAN
“¡Papá!“ dijo mi hija Ilana en el teléfono, “Deberias verlo, es un cachorrito chihuahueño muy feito, nadie lo quiere y sólo cuesta $400. Pero me da muy buena vibra ¿Lo podemos llevar a casa?”
Llegaron. El chihuahua entró a la casa, negro, blanco y oro, con unas patas larguísimas, largo rabo y orejas caídas. “¿Estás segura que es chihuahueño? Parece una silla de Modigliani con esas larguísimas extremidades”. “Lo que sucede, papá , es que tiene mezcla de Doberman Pinscher y por ser tan extraño nadie lo queria ni a ese precio. Pero es muy simpático” . A la sazón el caniche movía la cola como rehilete mostrando aprobación y beneplácito por su nuevo hogar.
A la reina de la casa, una Chihuahua de cepa pura llamada Lola, no le pareció tan divertido el intruso, máxime cuando trató de mamar de ella confundiéndola con su madre. El chito, enorme gato Siamés (nombre secreto Igor), lo olisqueó con curiosidad y decidió que no era, como parecía, una rata grande. El gato siempre tuvo un tamaño mayor que el de los perros pero nunca los agredió.
¿Qué nombre le pondremos? Mis hijas propusieron Porfirio(Díaz) . Yo. por un prurito de respeto al anciano dictador, me negué. [Lo que no impidió el reciente nombramiento de Mikhael (Gorbachov) a un Yorkie de reciente llegada]. Propuse varios apelativos y ‘Chamán’ fue aceptado por la familia, mismo nombre que el titulo de un tomo de la trilogía del ‘Médico’ de Noah Gordon que entonces estaba leyendo.
Chamán resulto ser un perro simpático, seguro de si mismo y totalmente despreocupado por su aspecto físico. Sus dedos moteados en rosa claro y oscuro forman un interesante patrón como de tablero de ajedrez, el hocico alargado de zorro manifesta sus antecedentes ‘Dobermanianos’.
Cómo su dueño, el can es un sobreviviente. Un buen día escapó del departamento frente al Parque Hundido. Pasaron varios días, mis hijas muy preocupadas, pegaron afiches en los postes con su fotografía, teléfono y dirección de casa esperando que alguien lo encontrara y viera su placa al cuello con sus datos, y nada.. El perrito de 2 kilogramos de peso brillaba por su ausencia. A los tres días recibimos una llamada de una persona que lo encontró a varias cuadras y dos avenidas mayores de por medio de casa. Fueron a buscarlo y regresó sano y salvo. ¿Cómo fue posible que sobreviviera? Un gran misterio sin respuesta.
Chamán sufrió una cirugía mayor para corregirle una hernia, tratamiento que solo funcionó por un año. Fue castrado también. Ha cumplido 18 años, edad que se aproxima a algún record de longevidad. Ha perdido todos los dientes por lo que la lengua le cuelga de fuera, tiene cataratas y algunas dificultades para caminar por la artritis, aunque come como naufrago: salchichas de pavo cortadas en cubitos pequeños e hígado y croquetas para canes humedecidas.
No se quiere ir aún.
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