En el lapso de poco más de un mes han fallecido tres personajes importantes en mi vida.
Carlos, el hermano menor de Humberto, e hijo de Yolanda, los dos mis mejores amigos.
Gabriel, compañero en los últimos tres años de mi hija menor Sabina. Hijo de Luciano y Norma.
Enrique, esposo de Natalia, cuñado de Dora, y yerno de tía Esther. Las tres me han querido mucho.
En los primeros dos casos me viene a la mente la pregunta ¿Cómo se le llama a una madre o padre que pierde a un hijo? Uno puede convertirse en huérfano, viudo, divorciado, abandonado, pero no existe una palabra en castellano para denominar a un padre que sufre la muerte de la propia descendencia -- quizá por lo terrible e inimaginable que la partida y ausencia del hijo representa. Las madres de ambos se vieron muy fuertes en los respectivos funerales. Yolanda es la Roca de Gibraltar de su familia. Asimismo me impresionó la presencia de ánimo de Norma en la exequias de su hijo. A pesar de su gran dolor y mucho por su preparación en tanatología, con sus palabras, fue capaz de reconfortarnos a los dolientes. El apoyo mutuo que ella y Sabina se proporcionen será de gran ayuda a ambas en esta difícil prueba. La tristeza, sorpresa y sufrimiento de mi hija nos duele en el alma, la familia se ha reunido, se arropa, lame sus heridas y se encamina a una lenta recuperación. El transcurrir del tiempo será el mejor aliado. ‘Y esto también pasará’ de acuerdo con el proverbio originado en la edad media en el sufismo persa
Los Escoto y los Frank crecimos, juntos. La amistad y simpatía entre las familias, se originó muchos años atrás. Mi percepción de Carlos es que era el diferente de los seis hermanos, afectuoso e irreverente, resolvió convivir con su condición cardiaca en sus términos. No olvidaré que me enseñó a jugar póker cuando sólo tenia 12 años.
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No pude asistir al panteón al funeral de Enrique, la muerte de Gabriel ocurrió hace solo una semana y pensé que serian para mi demasiadas emociones. Acudiré al ‘shive’ la próxima semana. Familiares de la generación de mis padres, como Enrique y mi padre mismo han muerto,. Hace algunos años iniciamos este triste periodo. Por ni pobre y limitada educación sobre el tema no quisiera hacerlas pero las preguntas que flotan en mi ambiente son ¿Quién será el siguiente? ¿Cuándo?.
Aún es muy temprano para tratar de comprender y de ser posible establecer los ‘para que’ de lo ocurrido. Emergen algunas ideas, inmaduras aún.
Después de varias semanas difíciles seguiré escribiendo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de ida y vuelta
Mauricio Frank